Tanto los frascos de vidrio para alimentos como los viales para la industria farmacéutica pueden sufrir daños ante mínimos impactos durante el proceso de producción. En este sentido, grietas, astillas y otros defectos posibilitan no solo fugas, sino también la posible contaminación del producto, convirtiéndolo en una amenaza para el consumidor o usuario final; por ello es fundamental que cada envase sea inspeccionado previo al llenado y sellado con el fin de detectar posibles defectos.
Con sistemas de visión artificial el margen de error es casi nulo. Se trata de una solución que, a través de cámaras de alta definición e iluminación, permite detectar e identificar tanto las anomalías más notorias como las más puntillosas en cada envase o frasco, garantizando la seguridad del cliente y también la del productor.
Las cámaras son de fácil instalación sobre transportador ya existente, de diseño robusto, compacto y resistente. Esta solución de inspección no requiere de mayor mantenimiento y se caracteriza por su larga vida útil y rápida amortización.